Después de cinco años en el medio del entrenamiento para triatlón, y nueve compitiendo, puedo afirmar que es complejo que un adulto incursione en el triatlón como primer contacto con el deporte. La gran mayoría de los atletas que tienen éxito y que se enganchan en este deporte de tres segmentos, tienen un antecedente deportivo previo en un solo segmento; ya sea que fueran corredores, ciclistas o nadadores y después de un tiempo optaran por incursionar en la combinación de segmentos: natación, ciclismo y carrera.
Puede haber muchos motivos para perder el interés, algunos que me encuentro con frecuencia:
Hay desconocimiento del lenguaje del deporte que se complica cuando hay que considerar tres disciplinas y sus respectivas transiciones. Muchos prefieren renunciar antes que preguntar y aprender.
No existe una disciplina construida previamente y no es fácil iniciarse en la combinación de sesiones que requieren técnica, condición y paciencia.
Se enamoran de un concepto, de personas llegando exhaustas a una meta, sin saber todo el esfuerzo que hay detrás de cada una de esas imágenes que nos inspiran.
No contemplan el gasto que se debe hacer para iniciarse, desde el pago del uso de alberca a la adquisición de una bicicleta y hasta el viaje al evento en cuestión.
No consideran el tiempo que deberán invertir en su preparación que incluirá fines de semana y tiempo lejos de la familia.
No se asesoran adecuadamente y se sienten dejados de lado en los equipos ya muy conformados de triatlón.
Pese a que hay excepciones que nos pueden dejar boquiabiertos, lo mejor es iniciarse poco a poco y con una buena guía. Para la mayoría lo más sencillo es iniciarse corriendo, que puede sentar las bases de la disciplina, el lenguaje, el ambiente y el entrenamiento. Sin embargo, cualquiera de las otras disciplinas nos pueden servir de buena base para nuestro primer triatlón.
En Team Liv2Win intentamos animar a quienes quieren conocer este deporte, porque al final si se tiene la voluntad se puede conseguir. Lo importante para entrenador y atleta es que debemos estar muy abiertos a aprender y a enseñar, y esto incluye preguntar sin temor las veces que sean necesarias, y una buena dosis de paciencia mutua. Tendremos que salir muchas veces de nuestra zona de confort, para vencer el miedo al agua, para incursionar en el ciclismo y hasta tendremos que aprender a controlar la incomodidad y el dolor, el dolor normal del deporte.
Iremos paso a paso sin acelerar el proceso. Tendremos que disfrutar cada triunfo, por pequeño que sea, sabiendo que nos acerca a la meta. Tener las ideas bien claras y no claudicar al primer obstáculo.
Como siempre digo, no es fácil, pero sin duda vale mucho la pena.
