Busca lo bueno, aprende de lo malo y ríe con lo chusco. Así la vida en el deporte.
Lo Bueno
En el deporte tienes la oportunidad de encontrar buenos amigos que son afines a tus ideales, metas y gustos.
Tienes posibilidad de viajar con el pretexto de las competencias, el turismo deportivo.
Darás un buen ejemplo a la familia de lo que es perseverar y cumplir.
Encontrarás una actividad que es para ti; no es trabajo, no es familia y no son compromisos. Es una actividad que solo tú vives, sufres, gozas y haces por convicción.
Puedes darte más libertades para comer, aunque siempre con orden si además estás buscando un buen rendimiento en tu actividad deportiva.
Es el mejor vicio que puedes tener.
Te da disciplina para otros aspectos de tu vida.
Es común tener buenas ideas mientras entrenas, da claridad mental.
Lo Malo
El amor por el deporte amateur puede convertirse en obsesión insana.
Si la familia no está involucrada, puede llegar a ser un punto de desacuerdo.
Puede aparecer rivalidad negativa entre compañeros de entrenamiento o de competencia.
Sin una buena planeación puedes llegar a un sobre-entrenamiento peligroso.
Hay que tener finanzas muy estables para no perder el piso de la realidad.
Puede haber accidentes por lo que lo mejor es tener un buen seguro de gastos médicos.
Pueden aparecer las lesiones, por lo que hay que ser pacientes, cuidadosos y saber prevenir.
Las metas inmediatas podrían llegar a ser más altas que nuestras posibilidades, llevándonos a la frustración y abandono.
La trampa de cualquier forma siempre será el aspecto más negro del deporte.
Lo Chusco
Hay que perderle el miedo al ridículo. En algún momento nos caeremos de forma torpe, tendremos algún error tonto o tendremos que iniciar el aprendizaje desde cero.
Podremos llegar tarde a la salida de una competencia teniendo que hacer desfiguros para iniciar en tiempo.
Hay eventos en los que hay escenas poco comunes de ver, ya sea por el cansancio de los atletas o por las condiciones de competencia; mareos, desmayos, desgarros, vómitos, y gente en modo “walking dead”.
En las transiciones del triatlón es común perder tu sitio, buscar con desesperación entre pasillos, y llegar incluso al reclamo a inocentes.
Desconocer las reglas o la ruta puede llevarte a sitios en los que no quieres estar.
Toparse con barredora y tener que llevarla a tus espaldas es otro evento para recordar con una sonrisa... en el futuro.
Ante todo debes saber que nos puede suceder a todos o que ya nos ha sucedido, que es común, que no tiene nada de malo y que lo importante es apreciar lo bueno, aprender de lo malo, y reírse de lo chusco.
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