Frecuencia Cardíaca – Potencia – Percepción de Esfuerzo
Para poder medir el esfuerzo que estamos realizando en un entrenamiento o en una competencia tenemos tres parámetros útiles y comunes para controlarnos según el propósito, la distancia y el tiempo que nos tomará terminar la sesión.
Estos parámetros no deben estar peleados entre sí, sino que deben complementarse.
Frecuencia Cardíaca
Este es uno de los parámetros más usados por los entrenadores y atletas. Conociendo nuestra frecuencia cardíaca en reposo y nuestra máxima frecuencia cardíaca podemos calcular cuál debe ser nuestro promedio al 60% o al 95% según lo que busquemos de nuestro entrenamiento. Es conocido que las medidas menores serán útiles para construir capacidad aeróbica y para largas distancias y las cifras superiores para trabajar velocidad. Cada una tiene sus aplicaciones particulares en cuanto a tiempo dentro de cada zona y forma de llevarla a cabo, ya sea por intervalos, tempo, repeticiones, tiempo, distancia, etcétera.
* El inconveniente es que la FC puede ser influenciada por otros factores como estrés, patrones de sueño, calor, frío, entre otros.
Potencia
Medir la potencia siempre será de beneficio en el segmento ciclista y permitirá realizar un esfuerzo adecuado para poder correr después, en el caso de duatlón y triatlón, o terminar en buena forma una competencia. En el ciclismo nuestra frecuencia cardíaca puede mantenerse baja (y dar una falsa sensación de bienestar) y sin embargo podemos estar realizando un alto esfuerzo muscular. Por ello antes de guiarse por la frecuencia cardíaca, lo mejor es tener en cuenta la potencia aplicada.
* El inconveniente es el costo de los potenciómetros.
Percepción de Esfuerzo
Esta medición requiere de un autoconocimiento amplio del atleta así como experiencia, pero a la larga puede resultar en la mejor manera de medir el esfuerzo. Seremos capaces de reconocer cuando podemos pedalear, correr o nadar a un esfuerzo suficiente para hacer un buen segmento administrando eficientemente fuerza y energía; cuanto más larga la distancia, más importancia adquiere conocer nuestros esfuerzos.
* El inconveniente es que es subjetiva y requiere de experiencia y un gran sentido de realidad.
El atleta debe saber combinar tecnología con autoconocimiento.
Para adquirir la experiencia de la auto percepción podemos practicarla en algunas sesiones sin ver nuestros relojes y después comparar si nuestro sentido se alinea con lo que nuestra frecuencia cardíaca y potencia arroja.
No se trata de menospreciar la tecnología, por el contrario, el propósito es hacer una combinación entre lo básico y los avances tecnológicos existentes y accesibles para obtener los mejores resultados.
