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Foto del escritorKarem Pantin

De las Exigencias del Atleta

No, no vamos a escribir sobre las exigencias del atleta hacia su entrenador, sino de las exigencias hacia sí mismo.


Con frecuencia me encuentro con el atleta que se exige el alto rendimiento cuando además de entrenar se dedica a trabajar 8 a 9 horas diarias, tiene familia, compromisos y poco tiempo.


También me encuentro con el atleta que quisiera tener récords personales o la excelencia en cada competencia en la que participa, sin importar si es una competencia principal, secundaria, preparatoria y sin realizar un análisis real de las horas de entrenamiento que dedicó a su evento.


Por último, veo atletas que entrenan el 90% de sus sesiones a intensidades dignas de seres inhumanos que no sufren desgaste o cansancio.


Qué pasa cuando estos atletas amateur se dan cuenta que el cuerpo no puede sostener un nivel alto los 12 meses del año. Cuando alguna competencia les enseña que todos tenemos límites o cuando después de 6 meses o después de 5 años llega el sobre entrenamiento, la fatiga crónica, la lesión o la enfermedad. Por supuesto llegará un sentimiento de frustración en el mejor de los casos o un retiro definitivo del deporte en el peor.


Debemos acercarnos a entrenadores especializados en el deporte que vamos a practicar, que sean capaces de balancear adecuadamente las cargas de entrenamiento y nosotros como atletas debemos confiar en ellos.


Basta echar un vistazo a los más grandes representantes del triatlón para darnos cuenta que hasta Jan Frodeno, Cristanto Grajales, Mirinda Carfrae, Javi Gómez o Daniela Ryf tienen altas y bajas. En su historial de competencias tienen DNF (did not finish/no terminó) o han llegado en posiciones muy por detrás de sus habilidades. Pese a que no tienen que sentarse en un escritorio 8 horas, no mal-comen, ni entrenan un par de horas al día ni duermen cinco horas también tienen malos momentos y lo que los hace grandes es el aprendizaje que cada evento les deja. Saben que el éxito toma tiempo y no es una ocurrencia de unos cuantos meses de entrenamiento.


Debemos ser conscientes que nuestro cuerpo no es una máquina; que tenemos muchas actividades fuera del deporte amateur; que cada competencia tiene diferentes propósitos; que no somos profesionales y que el éxito toma tiempo y trabajo constante.


Busca un entrenador que te trate como élite, y no porque te ponga entrenamientos intensos e inhumanos, sino porque se preocupe por conocerte bien y cuide tu cuerpo con sesiones diferentes en intensidad, frecuencia y duración; con sesiones de fuerza y técnica; con días de descarga y con días de descanso. Asegúrate de entender al menos lo más básico de la metodología de entrenamiento de tu coach, que esté bien balanceada y que sea adecuada para tu nivel. En Team Liv2Win queremos que tu vida atlética sea una actividad que te traiga satisfacciones y no frustraciones; que aprendas de cada evento en el que participas y que te mantengas activo 30 años y no 3 a máxima intensidad. No debemos confundir este enfoque con metas pequeñas, trabajamos metas altas pero bien enfocadas.


Disfruta los triunfos, aprende las lecciones cuando las cosas no salgan bien, escucha a tu cuerpo y, al comprender la razón de cada sesión de entrenamiento, tendrás más razones para cumplirla cabalmente.




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