Hace casi un año escribía el blog con algunas recomendaciones para enfrentar la pandemia que iniciaba.
Aunque continúa, estamos aprendiendo a vivir en una nueva realidad, y no sabemos hasta cuando podremos volver a lo que conocíamos antes del 2020. Por ello, en este blog compartimos algunas recomendaciones para retomar poco a poco nuestras actividades deportivas.
Conciencia plena. Es importante dejar de pensar en lo que podría haber sido, en las competencias que no fueron posibles, la condición que perdimos y el peso que, algunos, ganamos. Tengamos conciencia del ahora y lo que está en nuestras manos modificar a partir de hoy.
Esencialismo. Aprendamos a priorizar lo que es verdaderamente esencial. Incluso durante el encierro seguimos teniendo la tendencia de llenarnos de actividades poco esenciales, que nos traen poca satisfacción y que, a la larga, nos estresan, deprimen o simplemente no nos alimentan en nada. Haz una lista de cuatro objetivos verdaderamente esenciales y pon tu enfoque en éstos.
Enfoque fluido. El punto tres no implica que nos volvamos cuadrados, nuestro enfoque puede ser fluido. Si por la mañana la vas a dedicar a tu familia, hazlo sin pensar en que podrías estar entrenando. Si el sábado vas a hacer una rodada larga, hazla sin pensar que estás abandonando a tu familia. Permite que tu enfoque cambie de una actividad a otra sin ese sentimiento de culpa.
Presencia. Cuantas menos actividades tengas en tu día, más presente podrás estar en las que hayas priorizado. Aprende a decir NO a lo que no es esencial y dale tu presencia y atención completa a lo que sí lo es.
Abúrrete. Vivimos en una era en la que aburrirse es casi un pecado. Permítete momentos en los que puedas desconectarte de todo. Diez minutos viento a un árbol, escuchando a los pájaros, sentado en el patio, viendo hacia la calle. Aprende a estar contigo sin aparatos electrónicos, sin redes, sin familia, un ratito de tranquilidad e inactividad debería incluirse en nuestras rutinas semanales.
Regresa poco a poco a la actividad, pero no te vuelvas loco queriendo acaparar todo lo que no pudiste hacer a lo largo de un año. No lo consideres un año perdido porque seguro habrás salido fortalecido y con una visión diferente de tu entorno.
Permite que tu entrenamiento vuelva a adecuarse a tu vida con armonía.

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